Como buena líder femenina de su clan perteneciente a la etnia inga, bastantes de sus hijos todavía viven cerca de ella en el pueblo verde y apacible de Santiago en el Valle de Sibundoy (Putumayo). Los nietos, nueras y desconocidos visitan con frecuencia el hogar de los Jacamijoy, familia referente indispensable en Colombia para comprender -gracias a su hospitalidad y conocimiento espiritual- entresijos de la condición humana. Alrededor de la tulpa, el fuego del hogar que los Jacanamijoy han instalado en un espacio aledaño a la casa principal, invita "Mamá Mercedes" a los recién llegados para conversar. Ahí ya humean las ollas del almuerzo que nunca es para menos de ocho o diez personas. En el patio de atrás se perciben los verdes y los surcos de la chagra, una huerta que la matriarca cuida con esmero a diario y quizá por ello mantenga intacto el espíritu a sus ochenta años largos. También en el patio principal de la casa está ubicado el taller del menor de la familia, Benjamín. Artesano de corazón convenció a su esposa -también inga- de arriesgarse con una propuesta de diseño en tejeduría de chaquiras, uno de los saberes tradicionales de esta comunidad indígena (antiguamente en cerámica, desde los años 70 las composiciones imaginativas se hacen con diminutas cuentas de plástico o cristal procedentes de Checoslovaquia). 

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